El centro de Salud familiar Cesfam de Rengo, llama a ocupar las plazas activas que hay en los diversos barrios y sectores de la comuna en estas vacaciones de invierno. Este llamado va dirigido especialmente a todas aquellas familias, que por diversos factores no pueden salir de vacaciones con sus niños y jóvenes en esta época de invierno.
La alternativa diaria de ocupar el tiempo libre en vacaciones es que estos, junto a su familia, puedan ocupar las plazas activas que hay cerca de sus casas, y hacer uso de las diferentes máquinas de ejercicios instaladas en el lugar.
Existen máquinas para cada cualidad física:
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Funciones aeróbicas.
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Flexibilidad.
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Fuerza de miembros superiores como inferiores (trabajando con el propio peso del cuerpo).
Es necesario e importante recordar que todos los menores de 18 años que hagan uso de estas máquinas en las plazas activas deben hacerlo acompañado y con la supervisión de un mayor de edad.
Niveles recomendados de actividad física para la salud de 5 a 17 años
Para los niños y jóvenes de este grupo de edades, la actividad física consiste en juegos, deportes, desplazamientos, actividades recreativas, educación física o ejercicios programados, en el contexto de la familia, la escuela o las actividades comunitarias.
Con el fin de mejorar las funciones cardiorrespiratorias y musculares y la salud ósea, se recomienda que:
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Los niños y jóvenes de 5 a 17 años inviertan como mínimo 60 minutos diarios en actividades físicas de intensidad moderada a vigorosa.
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La actividad física por un tiempo superior a 60 minutos diarios reportará un beneficio aún mayor para la salud.
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La actividad física diaria debería ser, en su mayor parte, aeróbica. Convendría incorporar, como mínimo tres veces por semana, actividades vigorosas que refuercen, en particular, los músculos y huesos.
Siempre que sea posible, los niños y los jóvenes con discapacidad deberán seguir también esas recomendaciones. Sin embargo, tendrán que hablar con su proveedor de salud para conocer el tipo y cantidad de actividad física adecuado para ellos teniendo en cuenta su discapacidad.
En el caso de los niños y jóvenes inactivos, se recomienda un aumento progresivo de la actividad para alcanzar finalmente el objetivo indicado más arriba. Es conveniente empezar con una actividad ligera y aumentar gradualmente con el tiempo la duración, la frecuencia y la intensidad. También hay que señalar que si los niños no realizan ninguna actividad física, cualquier actividad inferior a los niveles recomendados será más beneficiosa que no hacer nada en absoluto.
La realización de una actividad física adecuada ayuda a los jóvenes a: desarrollar un aparato locomotor (huesos, músculos y articulaciones) sano; desarrollar un sistema cardiovascular (corazón y pulmones) sano; aprender a controlar el sistema neuromuscular (coordinación y control de los movimientos); mantener un peso corporal saludable; mejora la imagen personal y permite compartir una actividad con la familia y amigos.
La actividad física se ha asociado también a efectos psicológicos beneficiosos en los jóvenes, gracias a un mejor control de la ansiedad y la depresión.