Devastado por tifón Haiyian
Aportes pueden hacerse, hasta el 15 de diciembre, a través de depósito en la cuenta corriente del Banco de Chile Nº 117-01, a nombre de Caritas Chile, RUT: 70.020.800-1. También se realizarán colectas especiales en las misas de los días sábado 7 y domingo 8 de diciembre.
“Porque sabemos lo que cuesta levantarse…. Ahora todos somos Filipinas” es la frase con que la Conferencia Episcopal y Caritas Chile han hecho un llamado a los católicos y personas de buena voluntad, para colaborar con la recuperación del pueblo filipino durante este Mes de María, tiempo en que la Madre convoca a vivir la fraternidad y la solidaridad.
Cabe recordar que nueve regiones de Filipinas fueron devastadas por el tifón Haiyian la mañana del pasado 8 de noviembre, dejando el saldo de cuatro mil fallecidos, más de 1500 desaparecidos y sobre 12 millones de personas afectadas.
Las formas de aportar a esta campaña son dos: por medio del depósito directo en la cuenta corriente corriente del Banco de Chile Nº 117-01, a nombre de Caritas Chile, RUT: 70.020.800-1; también en las colectas que se realizarán en las misas de los días sábados 7 y domingo 8 de diciembre, en todas las parroquias del país.
La campaña se extenderá hasta el 15 de diciembre, fecha en que los recursos recaudados serán enviados a Caritas Filipinas, que está organizando el apoyo a las personas más afectadas.
A nivel local, el Obispo de Rancagua, monseñor Alejandro Goic Karmelic, ha destacado que “nuestra Pastoral Social Caritas diocesana se ha puesto desde el primer momento de esta convocatoria a trabajar con ahínco en la difusión de esta campaña por Filipinas. Insto vivamente a todos los párrocos a incentivar y animar a todas sus comunidades a colaborar con su aporte, en la medida que le sea posible a cada uno, tanto en la oración, como en esta colecta especial”.
Asimismo, el Pastor invitó a que “en este mes dedicado a nuestra Madre Santísima la Virgen María, pidamos su protección y consuelo para el pueblo hermano de Filipinas y para que fortalezca en ellos la fe y esperanza en el amor misericordioso de Dios”.