El pasado día Viernes Santo, en Rengo comuna de Región de O’Higgins, después de dos años se volvió a vivir el tradicional viacrucis, pero que a raíz de la pandemia fue suspendido por protocolo sanitario.
Este Viernes Santo feligreses y vecinos de la Basílica y Parroquia santa Ana de Rengo, revivieron nuevamente el vía crucis, el cual se denominó como el VIA CRICIS DE LOS VULNERABLES en donde en cada una de las estaciones se oró por los más necesitados, por la paz en el mundo, por el medio ambiente, por los constituyentes, por los inmigrantes, por el reencuentro de nuestra sociedad con el mandato divino.
Este vía crucis se inició en la explanada de la Basílica de Rengo, para después continuar por la plaza de armas de la misma ciudad.
Al inicio del vía crucis, el que fue encabezado por párroco y rector de Basílica Santa Ana de Rengo Padre Esteban Monsalve se realizó la siguiente introducción:
Jesús dice .. Quien quiera seguirme que se niegue así mismo, tome su cruz y me siga, es una invitación que vale para todos, casados, solteros, jóvenes , adultos , ancianos, ricos y pobres, creyentes o incrédulos, de una u otra nacionalidad, vale también para cada familia, para cada uno de sus miembros o para la pequeña comunidad en su totalidad.
Jesucristo camino al calvario camino hacia la muerte, es el Señor de la Vida. El calvario es el lugar de la misericordia del perdón y la vida. Ese camino de dolor es la garantía de nuestro gozo, el camino de la vuelta de la casa paterna. El camino de la muerte es el camino de la vida, el camino que nos conduce al Padre, fuente de la vida. Es el signo Sangriento del amor misericordioso.
Cargando la Cruz de nuestra miseria y de nuestro pecado, caminemos consientes de aquello que hemos fallado, del peso que el Señor cargo por nuestras culpas personales.
Necesitamos encontrarnos con Jesús, en cada persona que sufre; necesitamos caminar con Jesús para volver al Padre: necesitamos descubrirlo, a cada momento, cargando con su cruz camino al calvario, el enorme calvario del mundo en el que todos vamos con el peso de nuestra propia Cruz.
Miremos en esta noche a los hermanos más vulnerables que están a nuestro alrededor, que viven junto a nosotros y que debemos ayudar a cargar su Cruz.